25 de junio de 2021
#015 historia de la semana: Elisa y Marcela, contra viento y marea
El amor no entiende de géneros, barreras o distancias. Elisa Sánchez y Marcela Gracias debían de pensar así, pues en 1885 se conocieron por primera vez y tras un tiempo, tuvieron un flechazo. En una sociedad retrógrada y encorsetada, hicieron mil y una peripecias para poder no solo estar juntas, sino poder mostrarlo en sociedad. Para ello, Elisa llegó a vivir hasta con 4 identidades diferentes, dos de ellas hombres. Se casaron (primer matrimonio homosexual femenino, aunque oculto), fueron detenidas, puestas en libertad y pasaron de Galicia a Portugal y después a Buenos Aires, donde se les pierde la pista.
Elisa Sánchez y Marcela Gracias se conocieron en 1885 estudiando en la Escuela Normal Superior de Maestras de A Coruña. Lo que empezó como una buena relación de amistad, acabó en un complicado romance. Complicado porque ambas eran mujeres que vivían en una sociedad llena de prejuicios y presiones. La Escuela Normal, junto a la familia de Marcela, decidieron actuar cuando vieron indicios y las separaron.
Sin embargo, la distancia no acabó con su amor y a los pocos meses, se reencontraron en dos puntos diferentes del territorio gallego, cada una ejerciendo de profesoras. Así, sin levantar sospechas, comenzaron su relación. Una relación restringida a la intimidad del hogar que compartían, algo que no levantaba sospechas por la precariedad laboral de los y las profesoras de antaño. Así estuvieron casi cerca de diez años, cuando decidieron ir un paso más allá y dejar de vivir su amor furtivo para que fuera reconocido. ¿Cómo? Mediante enlace matrimonial.
Mario, matrimonio y huida a Portugal
Obviamente, existía el pequeño detalle de que ambas eran mujeres y, en aquel momento, un matrimonio del mismo género era impensable. Así nació el primer personaje creado por Elisa, Mario. Caracterizado como un hombre, Elisa consiguió engañar al sacerdote y rector de San Jorge para, primero bautizarla y luego unirla en matrimonio con Marcela. Sin saberlo, se estaba formalizando el primer matrimonio homosexual femenino un siglo antes de que el Gobierno lo autorizase legalmente.
Todo parecía haber salido bien y que era una historia creíble. Sin embargo, existían sospechas (la abrupta desaparición de Elisa y su parentesco con Mario) hasta que alguien, anónimamente hizo saltar la liebre. Rápidamente saltó la noticia y acabaron haciéndose eco hasta la prensa internacional. La presión fue tal, sobre todo con Elisa, que decidieron huir del país y trasladarse a Portugal, donde nace otro personaje: Pepe. Caracterizado de nuevo como otro hombre, trataron de hacerse pasar por un matrimonio más, pero los problemas las acabaron atrapando. En 1901 fueron encarceladas y, pese a que gracias a la presión de otros colectivos pudieron salir en libertad, tuvieron que volver a huir.
Buenos Aires y el intento de un nuevo comienzo
Fue momento de saltar el charco y probar mucho más lejos: Buenos Aires. Primero fue Elisa sola, aunque unos meses después lo haría Marcela y no sola, pues había dado a luz a una niña de padre desconocido (que ha alimentado decenas de teorías). Lo que es cierto es que ambas trataron de hacerse una vida allí, aunque las precarias condiciones laborales y la necesidad de mantener a la pequeña les hizo plantearse un nuevo plan un tanto descabellado. Elisa se haría pasar por María, hermana de Marcela, para contraer matrimonio con un anciano emigrante danés, con el objetivo de enviudar pronto.
Sin embargo, el plan no funcionó, pues el anciano sospechó desde muy pronto el engaño. Primero, por la repentina aparición de la nueva María (y su hija), así como su total negativa a consumar el matrimonio. Las sospechas que fue generando le hicieron investigar, descubriendo de nuevo toda la trama, cancelando el matrimonio. Tras este suceso, poco se conoce de lo que ocurrió posteriormente, pues se pierde la pista.
En 2019 Isabel Coixet fue la directora de una película Elisa y Marcela, para dar a conocer un poco más su historia. Así mismo, ambas tienen una céntrica calle en A Coruña.
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