31 de octubre de 2019
#30 Idea de la semana: competir (y compararse) nunca había sido tan fácil
Por todos es sabido que las herramientas digitales han permitido crear comunidades, acercar personas con mismos fines e intereses y, incluso, con esta recopilación y cruce de datos, generar rankings y organizar competiciones deportivas online. Atención, no estamos hablando de los deportes electrónicos o eSports, que poca actividad física requieren, sino de personas que realizan una misma competición, prueba y ejercicio físico y comparten los resultados online para rivalizar con otros que han hecho exactamente lo mismo. Ahora, además, hay herramientas que otorgan el don de la ubicuidad y que permiten, por ejemplo, competir en maratones que se están celebrando simultáneamente en diferentes ciudades de todo el mundo o recorrer los tramos más célebres del Tour sin moverse de casa.
Pero vamos por partes. Algunas de las herramientas online que empezaron a facilitar la competición deportiva entre personas que se encontraban en diferentes lugares fueron Runtastic o Runkeeper, apps que cuantifican la actividad diaria y facilitan al usuario la creación de grupos de personas que se desafían y compiten entre ellas. Otra fue Strava, que directamente crea rankings con los mejores deportistas divididos por género y edad e indica cuándo y dónde han corrido (o nadado, ido en bici o esquiado). Esta información es pública y permite hacer un seguimiento y monitorear la actividad de un deportista de una manera muy fácil. Precisamente, es a través de Strava que el Maratón de Nueva York se puede correr desde todo el mundo. En la última edición, medio millar de personas se apuntaron a correr online una de las pruebas deportivas más famosas del mundo: corrieron a sus países y registraron la carrera a través de la aplicación Strava. Aún más increíble fue la hazaña del astronauta británico Tim Peake, que en 2016 corrió el Maratón de Londres desde la Estación Espacial Internacional. Eso sí, ligado a un arnés y visionando un vídeo de realidad virtual que simulaba el recorrido del maratón de Londres.
También es a través de la realidad virtual como se organizan auténticas carreras ciclistas en las que los participantes ni siquiera salen de casa. Uno de los ejemplos más exitosos es la Movistar Virtual Cycling, un campeonato con 10 etapas clasificatorias sobre recorridos del calendario profesional, que utilizan un simuladores para que los deportistas compitan indoor, encima de bicis estáticas, visionando los recorridos por donde han pasado sus ídolos.
Un otro claro ejemplo de cómo las TIC democratizan el acceso a la competición y pone al mismo nivel deportistas aficionados y profesionales es el Crossfit, un deporte del que una de sus máximas dice que el entrenamiento en grupo es clave para aumentar la motivación y la competitividad. Partiendo de esta premisa, no es de extrañar que esta práctica cree comunidad más allá de las paredes del box y compita también compartiendo resultados online. Estamos hablando, por ejemplo, de los Open clasificatorios por Open Games, la competición que reúne a más participantes a la vez en todo el mundo y que consta de 5 pruebas que se realizan durante 5 semanas consecutivas de manera prácticamente simultánea. El sistema es muy sencillo: la organización anuncia a nivel mundial y mediante un vídeo cuál será la prueba (WOD, work of de day) de esa semana. La mecánica es simple: todos los atletas (expertos y principiantes), desde su box, pueden realizar la prueba anunciada, grabándose en vídeo con un simple móvil, antes de una fecha que fija la organización. Después, basta con compartir los resultados y esperar el resto de resultados para verse en la tabla de clasificación, que es la que pondrá cada uno en su sitio.
Nunca competir con los grandes había sido tan fácil: todo el mundo con un simple móvil puede rivalizar y compararse con personas de todo el mundo y de todos los niveles; quien quiera puede correr el Maratón de Nueva York sin pisar los Estados Unidos; y, incluso, quien quiera puede seguir las etapas más célebres del Tour sin salir de casa. La competición, más que nunca, se democratiza.
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