4 de septiembre de 2020
#074 idea de la semana: la movilidad post-Covid es eléctrica y unipersonal
La ‘nueva normalidad’ ha acelerado notablemente una tendencia que se abría paso: la movilidad post-covid es eléctrica y unipersonal. La «nueva movilidad» -patinetes, monopatines, hoverboard, bicis o motos eléctricas- avanza empujada por el miedo en el metro y el bus urbano, ya que los usuarios buscan, por encima de todo, transportes seguros, sostenibles y personales.
Quitar asfalto el coche para darlo a la bici
La Covid, además, ha consolidado un modelo de ciudad puesto en marcha por muchas ciudades del mundo (Londres, Madrid, Barcelona, Manhattan o Copenhague), convirtiendo zonas de tránsito de vehículos de motor en zonas peatonales o bicicletas. Y es que hoy la prioridad es frenar los contagios a toda costa. Por ello, uno de los sectores más damnificados será seguramente el del transporte público. De hecho, un estudio del RACE apunta que un 20% de los conductores dejará de usarlo para ir al trabajo. En el otro lado, bicicletas, patinetes y motos eléctricas ganan terreno. Ciudades como Barcelona, destinan kilómetros de calzada antes utilizada para coches en las bicicletas (21 kms) y los peatones (12 kms.). En la misma dirección camina Milán, que ha anunciado la creación inmediata de 35 kilómetros de nuevas rutas ciclistas.
Millones de euros para reparar y aprender a montar en bici
Siguiendo los pasos de Copenague, Berlin o Nueva York, París da más protagonismo a la bicicleta, demostrando que la movilidad post-Covid es eléctrica y unipersonal. La capital gala ha invertido 300 millones de euros en la creación de un carril bici. También ha puesto en marcha un plan de 20 millones para incentivar la reparación de bicicletas, para la construcción de aparcamientos de bicis y para sufragar clases para aprender a montar en bici.
Mejoras tecnológicas en bicis y patinetes
En este contexto de empuje, los fabricantes de bicicletas, patinetes, hoverboard, skates o longboards eléctricos han introducido mejoras tecnológicas que hacen más seguros los desplazamientos. Por ejemplo, la bicicleta eléctrica Cannondale Mavaro Neo 1 lleva un radar de Garmin que detecta vehículos a 140 metros. Con esta información la bici puede avisar al ciclista sobre el nivel de peligrosidad del tráfico, con un código de colores que va del verde al rojo.
Widgets con más autonomía
Igualmente, los fabricantes de e-bicis ofrecen baterías con más autonomía y marcas como la holandesa VanMoof, ya permiten recorrer 150 kilómetros sin pasar por el enchufe. Esta marca, además, ofrece un sistema de marchas automático que se configura desde una app e incorpora un GPS que permite saber la ubicación de la bici en caso de robo.
Xiaomi también ha hecho una incursión en el sector de las bicis y ha presentado la Xiaomi himos Z16. Es una bici eléctrica plegable con batería extraíble, que facilita la carga. Pero donde destaca realmente Xiaomi es en el campo de los patinetes eléctricos. Tras el éxito de la omnipresente Mi Scooter, la marca china ha presentado Mi Electric Scooter 1S. Este modelo tiene pantalla integrada, más autonomía y tres velocidades. También dispone de un faro que mejora la conducción nocturna y más potencia para aguantar las subidas exigentes.
El ‘motosharing’ hace volar las e-motos
En cuanto a las motos eléctricas, cada vez más presentes en las ciudades gracias al impulso del motosharing, también viven una etapa de evolución, ofreciendo más autonomía y prestaciones. Un ejemplo lo encontramos en la moto de cross eléctrica que ha presentado el fabricante ruso Milandr. La casa ha aplicado toda la tecnología que tenía al alcance para lograr fabricar una moto eléctrica sumergible. Milandr demuestra los puristas de la gasolina los avances de la energía sostenible, válidos para el asfalto y también para el trail, el motocross o el enduro.
Skates con batería
La movilidad eléctrica a menor escala la encontramos en skates o longboards con batería, utilizados tanto para el transporte como para la diversión. Por poco más de 100 euros se pueden encontrar monopatines que soportan hasta 100 kilos de peso y que ofrecen tres modos de velocidad. En este mismo capítulo encontramos los hoverboard, unos dispositivos utilizados sobre todo para niños y jóvenes, y que se caracterizan por la disposición de las dos ruedas en paralelo, siguiendo el modelo de Segway. Curiosamente, la fábrica de Segway ha cerrado este julio, ya que su éxito ha ido menguando mientras la fiebre por los patinetes crecía.
En definitiva, la movilidad en un vehículo enchufable, que en un inicio se perfilaba como una alternativa al coche y a la moto de combustión, se postula como serio candidato a sustituir el transporte público. Habrá que ver cómo las ciudades se adaptan a la movilidad post-Covid y si basta con convertir el asfalto antes reservado a los coches en carriles bici o si es necesario repensar las urbes y la movilidad de arriba a abajo. Lo que es evidente es que no sólo la reducción de la huella de carbono empuja hacia el cambio de paradigma.
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