23 de octubre de 2020

#081 idea de la semana: ciudades inteligentes contra futuras pandemias

Los retos y oportunidades que deparan a las ciudades, una vez empiece a alejarse la pesadilla del covid-19, son enormes. Las ciudades, tal y como recordaba el doctor Josep Maria Coll, en el proyecto Megatrends organizado por AMEC e impulsado por E2S, han pasado a ser el lugar donde mayoritariamente vive la población mundial. El 55% de las personas del planeta ya viven en ciudades. Este hecho representa un cambio de paradigma en un mundo que hasta el siglo XX fue mayoritariamente rural. Según las previsiones de la ONU, en 2050 el 70% de las personas residirán en grandes núcleos urbanos. De hecho, en Estados Unidos, 250 millones de habitantes ya ocupan el 3% del territorio urbano, y en Tokio y su área metropolitana viven cerca de 40 millones de personas.

Las ciudades ofrecen más oportunidades, un acceso más ágil a los servicios y generan el 80% de la riqueza mundial. Con todo, la sobrepoblación, las desigualdades y el envejecimiento demográfico se presentan como enormes retos a los que hay que dar respuesta y más, si se tiene en cuenta la alta incidencia del coronavirus en zonas de elevada densidad de población. La crisis actual puede representar una oportunidad para repensar las ciudades. Es necesario que aumenten su resiliencia y abran, de par en par, la puerta al modelo de ciudad inteligente, que muchas ciudades ya comenzaban a desarrollar.

La tecnología, la piedra angular de las ciudades

La tecnología debe jugar un papel esencial en el futuro de las ciudades. Las innovaciones tecnológicas deberían erigirse como la piedra angular sobre la que se deben redefinir las nuevas ciudades inteligentes. La recopilación de datos tiene un papel crucial. No sólo debe ayudar a la toma de decisiones políticas, sino que debe permitir anticiparse y, por tanto, evitar futuros problemas gracias a una capacidad de previsión más alta.

Las tecnologías que pondrán las bases de las smart cities

  • El 5G y el WiFi 6. Son la base para el transporte de datos y harán posible ciudades mucho más y mejor conectadas. La conexión debe permitir que las ciudades sean capaces de adaptarse con mayor rapidez a las necesidades y / o problemas que surjan.
  • El Internet de las Cosas (IOT). Gracias al 5G, los objetos deben tener la capacidad de comunicarse entre sí. Esto proporciona, a su vez, información útil para tomar determinadas decisiones. La IoT puede recopilar y analizar la información de múltiples dispositivos (cámaras, sensores de presencia, de luz, de temperatura, etc.) que permiten conocer detalles que antes no se tenían. En el contexto del coronavirus, la IOT resulta muy útil para rastrear contactos de personas con Covid-19. Facilita también que los servicios sanitarios se muevan con mucha más agilidad. Es útil para garantizar el confinamiento en las zonas donde se ha decretado o para controlar el aforo en determinados espacios. La IoT también debe servir para optimizar los recorridos de transportes públicos, ambulancias y cuerpos de seguridad.
  • El Big Data. Es fundamental para disponer de tecnologías que almacenen y analicen datos. Los datos servirán para alertar de cambios anormales que se produzcan en las ciudad en tiempo real. Pueden detectar, por ejemplo, cambios en la movilidad y el flujo del tráfico. Sin Big Data, de poco sirve la IoT.
  • Inteligencia Artificial (IA). El cuarto elemento es la IA, a partir de múltiples aplicaciones a las que convendría dedicar diferentes artículos. Resulta fundamental porque puede hacer análisis predictivos y tiene la capacidad de aprender y anticiparse a hechos inesperados. Puede ser útil en una pandemia, pero también en tareas que mejoren la movilidad o el cuidado del medio ambiente.

Herramientas inteligentes ‘anticovid’

Todas estas tecnologías funcionan de manera colaborativa y no son eficaces sino cuentan con la complicidad y colaboración de la ciudadanía. Algunos de los ejemplos de herramientas anticovid que se valen de estas tecnologías y que hoy están en marcha son:

  • Activator-Covidien-19 Mitigation Roadmap. Se trata de una herramienta colaborativa creada por Smart Cities Council que persigue que las ciudades respondan mejor ante la Covid-19. Permite a los responsables políticos de cada ciudad trabajar y compartir información entre ellos, en tiempo real, para tomar las mejores decisiones.
  • Radar covid. Es una aplicación desarrollada por el Gobierno de España. Tiene por objetivo rastrear el coronavirus y notificar a los contactos que tenga un usuario del posible riesgo de contagio.
  • Beijing, Shanghai y Shenzhen han utilizado tecnología impulsada por la IA en estaciones de transporte público, escuelas y centros comunitarios para comprobar la temperatura de las personas e identificar los posibles infectados. Concretamente, se trata de un software desarrollado por la empresa líder de inteligencia artificial SenseTime
  • También en Shanghai utilizan bots de reconocimiento de voz que funcionan con IA, que contactan con ciudadanos en riesgo para determinar en qué estado de salud se encuentran y aconsejarles cuidados personalizados.

Sea como sea, y a pesar de la primera ola de desarrollo de las smart cities, hoy todavía no hay ciudades inteligentes que tengan una estrategia global, definida y bien estructurada para actuar ante una pandemia. Este es el trabajo que habría que abordar ahora. Y tendrá que hacerse con la colaboración ciudadana y de las administraciones, que pueden impulsar o, por el contrario, limitar o eliminar la puesta en marcha de la inteligencia urbana. Sin sentido de comunidad, la tecnología sola no transformará las ciudades en verdaderas smart cities.

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