8 de enero de 2021

#092 idea de la semana: la ciudad de los 15 minutos

A lo largo de la historia, las crisis económicas, sociales o sanitarias han determinado las estructuras de las ciudades. El entramado urbano actual no se entendería sin la necesidad que hubo hace años para vencer la insalubridad y los contagios. Hoy, la crisis de la Covid-19 acelera las propuestas impulsadas antes de la pandemia, que tenían por objetivo pacificar el tráfico y conseguir una movilidad sostenible.

En este contexto toma fuerza la propuesta de la «ciudad de los 15 minutos». Se trata de un concepto acuñado por el urbanista Carlos Moreno, director científico y catedrático de la Universidad de Sorbona de París. Moreno pone sobre la mesa la idea de una ciudad cuidadora y policéntrica, en la que todos los servicios básicos (centro de salud, gestiones administrativas, comercios o zonas verdes) están al alcance en un cuarto de hora andando. Esta idea, inspirada en otras investigaciones previas, como la de Jane Jacobs, quiere acabar con la hipermovilidad y recuperar la esencia de los barrios.

La ciudad de los 15 minutos nació para dar respuesta al cambio climático. Ofrece la posibilidad de llegar a todos los servicios en un máximo de 15 minutos a pie y, por tanto, elimina muchos de los desplazamientos forzados (en vehículo privado o transporte público) de las ciudades actuales.

París compra la idea

La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, compró la idea de la ciudad de los 15 minutos. Hidalgo la empezó a aplicar, con el asesoramiento de Moreno, antes de que aterrizara la Covid-19. El objetivo era reducir la contaminación y mejorar la calidad de vida de los parisinos.

Entre las propuestas, no sólo está la de hacer que París se convierta en un cúmulo de microciudades autosuficientes, sino que incluye la transformación de las calles. Así las adapta al tráfico de bicicletas y peatones, con más vegetación y fuentes. La metamorfosis también afecta al mobiliario urbano y a sus usos. Y también a la mezcla que se está haciendo entre lo que tradicionalmente eran barrios dormitorio con barrios comerciales.

Microciudades para volver a hablar con el vecino

Este nuevo concepto de descentralización que quiere acabar con la segmentación de las ciudades según zonas de trabajo, de hogar y de ocio o servicios, también permitirá retomar la proximidad entre ciudadanos. A medida que las ciudades han ido creciendo, las redes entre vecinos se han debilitado y la calidad de vida se ha resentido. Con las ciudades de proximidad, las personas tienen todo lo que necesitan a unos pasos, con lo cual, vuelven a tejer relaciones con las personas de su entorno.

Las supermanzanas de Barcelona

En paralelo, mientras París se transforma para tener los vecindarios de 15 minutos, Barcelona impulsa las ‘supermanzanas. Se trata de una iniciativa que tiene muchos puntos en común con la parisina. La idea, nacida también antes de la pandemia, es de Salvador Rueda, ecólogo urbano barcelonés, que afirma que se dedica a «transformar las ciudades para salvar al planeta».

Las supermanzanas de Barcelona persiguen crear espacios de al menos 16.000 metros cuadrados (400 m x 400 m), que es lo que miden cuatro islas del trazado de la cuadrícula del Eixample de Barcelona. El objetivo es que la ciudadanía recupere un espacio que actualmente ocupan los vehículos privados. También será una espacio más saludable, más verde y más justo, que favorecerá las relaciones y la economía de proximidad.

Songdo: ciudad cercana desde que nació

Un ejemplo de ciudad de proximidad al que quizás se querrían parecer Barcelona o París lo encontramos en Corea del Sur. Songdo es una ciudad construida en 2002 y que fue planificada teniendo en cuenta las necesidades de sus ciudadanos. Los coches de combustión tienen acceso prohibido, las bicis son el principal medio de transporte (tiene 25 km de carril bici en el centro, conectados con un gran circuito de 145 km) y los habitantes pueden moverse a pie para acceder a los diferentes servicios.

De este modo, las zonas residenciales tienen alrededor oficinas, escuelas, hospitales y parques. Por si hay que coger transporte público, las paradas de bus están a un máximo de 12 minutos andando.

Estas tres ciudades apuestan por la vida de barrio, de un barrio bien planificado, con viviendas asequibles y confortables y espacios públicos suficientes.

Ciudad de cuidados vs ciudad productiva

La ciudad de los 15 minutos o de las supermanzanas cuestiona la estructura de las ciudades tradicionales. En las ciudades que conocemos, el tráfico de vehículos suele tener un protagonismo absoluto. En cambio la de los 15 minutos busca una ciudad con espacios «humanizados». En este sentido, la voluntad es promover una ciudad de los cuidados: más humana, justa y saludable; por encima de la ciudad productiva y del trabajo, que es como han sido pensadas las urbes las últimas décadas.

La Covid-19 da motivos

Y es que la crisis del coronavirus no sólo ha evidenciado que en el lugar donde vivimos necesitamos tener servicios al alcance. También las viviendas deben ser más abiertas y menos densificadas, en contacto con la naturaleza. La pandemia ha puesto de manifiesto, además, que las urbes se definían en función de unas decisiones basadas en el trabajo y que no se tenía en cuenta a las personas mayores, las personas dependientes o los niños. Y, por último, la Covid-19 ha demostrado que, gracias a la tecnología, hay muchos desplazamientos que son innecesarios y que el teletrabajo es posible.

En el otro lado, Los Angeles o Helsinki

Los nuevos modelos que se aplican en Barcelona o París son diametralmente diferentes a los que actualmente imperan en otras ciudades, como son Los Angeles o Helsinki, donde la gran mayoría de sus habitantes tienen que recorrer largas distancias para acceder a los servicios básicos, como ir a trabajar, a comprar o a la escuela. Se trata de ciudades descompensadas, en las que hay barrios muy desarrollados de actividades y otros muy inactivos.

Con las ciudades de 15 minutos, en cambio, las urbes serán más equilibradas, y los negocios de proximidad tendrán muchas más oportunidades, estén en el barrio que estén.

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