20 de agosto de 2021

#023 historia de la semana: William Henry Harrison y un discurso traicionero

William Henry Harrison fue el 9º presidente de los Estados Unidos de América, una persona que fue un exitoso militar y político con una amplia experiencia y diversos logros remarcables. A pesar de ello, es más recordado por ser el primer presidente americano en morir en el cargo y con el mandato más corto, de un solo mes. Pero lo más llamativo con lo que ha pasado a la historia es la razón por la que falleció y no pudo mantenerse en el cargo: su discurso inaugural.

Pero antes de ello, hay que ponerse en situación. Tras una larga y prolífica carrera profesional, donde ostentó cargos como Embajador en Colombia o Senador de los Estados Unidos, entre otros, en 1840 le llegó su gran oportunidad. Debido a la impopularidad de Van Buren, el partido whig escogió a Harrison como candidato presidencial, gracias a su aura de héroe de guerra y a que tenía una amplia experiencia política a sus espaldas.

Fue elegido presidente a los 68 años, récord de edad en aquel momento y que posteriormente romperían Ronald Reagan (69), Donald Trump (70) y Joe Biden (78). No solo contaba con una cierta edad, sino con algún que otro problema de salud, aunque no parecía ser nada serio. Hasta que tuvo que dar su discurso inaugural en un día que no fue nada propicio para asumir el cargo.

Un discurso para la historia

La posesión del cargo se hizo al aire libre, un día con temperaturas realmente bajas y húmedo. Harrison se caracterizaba por ser un personaje locuaz, con capacidad oratoria y que no destacaba por ser conciso en lo que quería decir. Es más, su discurso de posesión es el más largo de la historia americana, el cual duró cerca de dos horas y contenía citas clásicas o referencias al Imperio Romano. Si a esto le sumamos que iba sin abrigo, ni guantes o cualquier otra prenda para resguardarse del frío, comenzamos a atisbar el problema.

Después del discurso, que además había sido revisado y reducido considerablemente por Daniel Webster (Secretario de Estado), Harrison tuvo que asistir al desfile protocolario (en la calle, por supuesto) y a los bailes de la noche de celebración. Todo este combo acabó afectando a su salud y provocó que lo que parecía ser un fuerte resfriado, acabara siendo una neumonía que sesgaría su vida un mes después de asumir el cargo de Presidente de los Estados Unidos.

Un mandato que acabó rompiendo récords en aquel momento, algunos vigentes hoy en día: el presidente de más edad, el discurso inaugural más largo, el mandato más corto y el primer presidente en morir estando en el cargo.

Ya lo dicen: los discursos como los copy, breves y certeros.

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