5 de junio de 2020
#061 idea de la semana: JOMO, la alegría de perderse cosas
Las redes sociales y los smartphone tienen un protagonismo tan grande en nuestro día a día que se desarrollaron términos propios en relación a su uso o su exceso, como la nomofobia o FOMO (Fear Of Missing Out). Ya casi nadie entiende la vida sin la red, aunque el uso abusivo al que la cuarentena parece haber impulsado una tendencia conocida como JOMO (Joy Of Missing Out).
La hiperconectividad y libertades prometidas por estas tecnologías parecen no haberse vuelto del todo reales, creando la sensación contraria. Menos unidos y conectados que nunca, con una necesidad imperante de estar presente y saber qué se cuece en la red. Esta estresante idea se ha visto incrementada por el ingente repunte del uso de datos durante el coronavirus y tendencias como el teletrabajo mal entendido, donde en muchos casos se han traspasado límites entre vida profesional y personal, por ejemplo.
El exceso de conexión, desconecta
El desbarajuste emocional que causa esta situación obliga a escapar, desconectar de las redes e internet para volver a conectar. Diversos estudios llevados a cabo por diferentes profesionales revelan que aquellos que sufrieron restricción en el uso de las redes, al final, acababan por tener índices de felicidad más altos que aquellos que continuaron sin problemas con el uso de las redes.
Así pues, con esta idea se potencia la desconexión como fórmula de negocio. No sólo de la vida laboral y descansar, sino de todo el mundo y la realidad exterior. Un reset en toda regla que ya ofrecen varios destinos turísticos en ambientes rurales, reservas naturales o estancias totalmente aisladas de cualquier aparato electrónico. Pero la tendencia JOMO no sólo se ofrece como reclamo turístico, sino que existen otras opciones como apps que te ayudan a desconectar, como Forest, Brainwave Tuner Lite u Offtime. Alternativas para ofrecer el lujo de poder apagar el teléfono sin preocupaciones.
El placer de no hacer nada
Dentro del concepto de FOMO está el miedo a perderse planes, al vernos “obligados” a salir de casa incluso cuando no queremos por temor a estar perdiéndonos algo bueno. Durante este confinamiento ha surgido algo así con el exceso de tiempo, pues parecía imperante ocupar el tiempo haciendo de todo: cursos, leer, ejercitarse, aprender algo nuevo, teletrabajar, cocinar, etc. Si no ocupamos ese tiempo con lo que consideramos productivo, surge la insatisfacción y el desasosiego por considerar que no hacemos lo correcto.
Varios expertos, conscientes de este suceso, han recomendado recordar que no hacer nada, entendido como descansar y desconectar tranquilamente, tiene un gran poder en nosotros. Hacer lo que nos apetece en ese momento, sin tener que cambiar continuamente nuestros planes para hacer algo considerado “mejor” es algo positivo. No sentir la necesidad de apuntarnos a todo por la presión social es una de las bases que sustenta y alimenta la creación de JOMO, la felicidad de perderse cosas.
Desconectar, una defensa contra las fake news
Uno de los grandes problemas que la red ha enfrentado durante la pandemia ha sido la abrumadora cantidad de fake news que han recorrido internet. Muchas han creado confusión e incluso han costado algún que otro accidente. Así mismo, la sobreinformación negativa a la que nos hemos visto sometidos tiene repercusiones psicológicas, generando miedo e inseguridad. Esto ha provocado en muchas personas el inicio de rechazo ante las redes, con la necesidad de racionalizar su uso con tal de filtrar este exceso de información, así como evitar esas noticias falsas.
Las redes nos permiten un universo infinito de posibilidades pero, como todo, es necesario un control y un uso responsable. Las redes sociales también generan adicción, generando toda clase de problemas. Por ello, existen proyectos que tratan de luchar contra el exceso de uso, como el iniciado por el Ayuntamiento de Valencia. Debemos aprender a diferenciar y racionalizar, educarnos mejor en el uso de una herramienta que nos debe ayudar a conectar y no a causarnos problemas y dolores de cabeza. Por eso nace JOMO, para que aprendamos a disfrutar de la vida sin necesidad de estar siempre conectados.
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