16 de septiembre de 2021
Sam Bartram, el portero bajo la niebla: #027 historia de la semana
“Qué raro, no llegan ni una vez”. Suponemos que este debe ser uno de los pensamientos que pasarían por la cabeza de Sam Bartram en 1937, mientras guardaba la portería del Charlton Athletic frente al Chelsea. Un partido que pasó a la historia, pero no por su juego ni por su resultado, sino porque el partido fue suspendido por la niebla. Y mientras todo el mundo abandonaba el estadio, aficionados a casa y futbolistas al vestuario, Sam Bartram continuó en el campo, protegiendo la portería durante 15 minutos sin que hubiera nadie. Un portero implicado.
¿Pero cómo es posible tal cosa? Pues bien, durante la Navidad de 1937 hubo serios problemas meteorológicos con la niebla, llegando a suspenderse varios partidos. Sin embargo, el que enfrentaba a Chelsea y Charlton en Stamford Bridge sí se celebró, llegando con empate al descanso. Durante la segunda parte, sin embargo, la niebla empeoró e hizo imposible distinguir nada a dos pasos, por lo que los árbitros decidieron parar el partido.
Pero el bueno de Sam no se percató de ello, pues no era capaz de ver a sus compañeros atacando. Y es que, tal como recordó en sus memorias, la razón por la que continuó en la portería era porque estaba convencido de que sus compañeros dominaban al equipo rival y jugaban en campo contrario. Sabía que no se había producido ningún gol porque no se escucharon festejos. Claro, en parte sería porque ya no quedaba nadie en el estadio.
15 minutos después, de repente, apareció una figura delante del portero. Se trataba de un agente de seguridad que, incrédulo, se encontró todavía a Sam Bartram en la portería del Charlton atento. Obviamente, el de seguridad acabó diciéndole que hacía un cuarto de hora que el partido se había cancelado y que sus compañeros le esperaban en el vestuario donde, como era de esperar, sufrió todo tipo de mofas.
Cabe destacar que esta es la historia por la que se conoce a Sam Bartram, pero lejos de ello, se trata de un ídolo del Charlton. Fue un jugador que solo jugó en el club de su vida, siendo el que más partidos disputó con esa camiseta y el de más edad, pues llegó a los 42 años. Gracias a ello, tiene su estatua delante del estadio y da nombre al bar del campo. Un jugador histórico del Charlton y devoto de su equipo, al cual defendió hasta en partidos suspendidos.
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