26 de noviembre de 2021
Joseph Bell, pionero en medicina e inspirador de Sherlock Holmes: #037 historia de la semana
Prestigioso patólogo, pionero en la medicina forense y excelente médico son algunos de los atributos que se asociaban, con justicia, a Joseph Bell. Sin embargo, el rasgo que, por suerte o por desgracia, más le acabó caracterizando fue el de ser la inspiración de Arthur Conan Doyle para crear a su mítico detective Sherlock Holmes. La personalidad del más famoso de los detectives, su capacidad analítica y deductiva y hasta varios de sus rasgos físicos surgen directamente de una persona que fue bien real. Si Doyle fue el creador, Joseph Bell fue el alma de Sherlock Holmes.
Joseph Bell (1837 – 1911) recibió una sólida educación, pues descendía de una reputada familia relacionada con la medicina, pues su propio bisabuelo fue referente y presidente del Royal Collegue of Surgeos. Así, quiso continuar con la tradición y encaminó sus pasos en la medicina, graduándose a los 21 años y comenzando una carrera que le forjaría una importante reputación gracias a sus habilidades diagnósticas, basada en su capacidad deductiva y en la observación que dejarían atónitos a pacientes y estudiantes.
Uno de esos estudiantes fue Arthur Conan Doyle, que quedó rápidamente maravillado con la capacidad de Bell para adivinar y acertar aspectos de la vida de sus pacientes y sus dolencias apenas observando. Era capaz de hacerlo mediante el análisis de detalles, como interpretar acentos o las señales que ofrecen las manos. Además, Bell era una persona curiosa por naturaleza, con una personalidad magnética y que se interesaba por diversos campos, como el análisis caligráfico o incluso más tarde las técnicas de identificación de huellas dactilares.
Bell más allá de la fama de Sherlock
Una vez Doyle creó al personaje, admitió en varias ocasiones que el personaje se inspiraba en Bell, aunque también bebía de otros como Mosieur Dupin de Edgar Allan Poe. Sherlock Holmes alcanzó una fama mucho mayor de lo planeado y, pese a que Joseph Bell lo llevó bien inicialmente, acabó siendo algo que le haría sentir cierto incomodo. Y es que se le destacaba más por ello que por sus contribuciones.
Y es que no solo fue pionero en la medicina por sus habilidades, sino por otros aspectos como ser de los primeros en usar gas fenol por sus cualidades antisépticas. También apoyó de forma activa la profesionalización de la enfermería, ayudó a la construcción de un hospital e impulsó la modernización del alcantarillado de Edimburgo para mejorar las condiciones de salubridad. Contribuciones que le llevaron a tener una sólida reputación, pero que quedaron algo eclipsadas por su alter ego, Sherlock Holmes.
Como curiosidad final, también se ha comentado que, gracias a sus habilidades deductivas, el propio Joseph Bell ayudó a la policía en algunas investigaciones satisfactorias. E incluso se va más allá y se asegura que ayudó a la policía en la caza de Jack el Destripador. Se podría decir que fue un Sherlock Holmes real.
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