6 de agosto de 2021

#021 historia de la semana: Popeye, el primer branded content

Todo el mundo conoce a Popeye, ese carismático marinero de antebrazos inusualmente musculados y tatuados, pronunciada barbilla, un ojo siempre cerrado, fumando en pipa y con una fuerza sobrehumana gracias a sus espinacas. Esto último debido a que que la Cámara de Productores de Espinacas de Estados Unidos quiso vincular a Popeye, un personaje que estaba en auge, con el consumo de esta verdura para fomentar su producción y venta durante la Gran Depresión. Un branded content que funcionó y de qué manera, aumentando un 33% las ventas rápidamente. Aunque basado en error, como veremos.

Sin embargo, vayamos por partes. Popeye realmente nació en 1929 de la mente de Elzie Crisler Segar como un personaje secundario que debía aparecer esporádicamente en Timble Theatre, la tira cómica que publicaba en The New York Evening Journal. La tira, en marcha desde 1919, tenía como protagonistas a Olivia y su familia y se basaba en sus divertidas aventuras.

Popeye es un marinero basado en un vecino del autor llamado Frank Fiegel y que era un marinero polaco conocido por tener gran temperamento y verse envuelto en varias trifulcas de donde salía vencedor gracias a su extraordinaria fuerza. Así mismo, Fiegel era también famoso por su carácter bondadoso con los más pequeños, así como ciertos rasgos característicos como una barbilla prominente y siempre estar fumando en pipa. Otros personajes como Brutus y Olivia también estaban basados en personas reales de la vida de Elzie Crisler.

Popeye y las espinacas

Debido a su peculiar forma de hablar y reír, así como su caracterización, fue ganando protagonismo en la historia hasta hacerse un personaje principal. Paralelamente, la Cámara de Productores de Espinacas quiso aprovechar un estudio alemán de 1870 donde se indicaba que las espinacas contenían un alto valor de hierro para fomentar su consumo. Y para ilustrar el beneficio del hierro, quisieron usar el personaje de Popeye vinculando su fuerza con las espinacas.

El resultado fue inmejorable, con un aumento de producción y consumo fantástico. Se trataba, aún sin tener ninguna nomenclatura, del primer branded content y abrió la veda para que otras marcas pudieran hacer estrategias similares. Tanto el producto como el dibujo ganaron gran fama y repercusión, tanto que es difícil entender el uno sin el otro. Además, Popeye acabó siendo protagonista de diversos productos, tanto en televisión, cine o videojuegos.

Como curiosidad, es importante añadir que el estudio en el que se basó toda la historia de Popeye estaba mal. Varias décadas después, en 1930, se descubrió que había un error en el posicionamiento de la coma en el número que indicaba la cantidad del contenido de hierro en las espinacas, ofreciendo un número mucho mayor de lo que realmente era.

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